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Cómo analizar las partidas del adversario

El análisis de las partidas del adversario

Las partidas, además de reflejar los conocimientos, el estilo y el nivel del jugador, proporcionan valiosas indicaciones psicológicas sobre su carácter, fantasía, fuerza de voluntad, tenacidad, astucia y mucho más. Eso lo vio bien Lasker y lo formuló con acierto así:

La partida de ajedrez es una lucha en la que participan los factores más variopintos. Y por eso, saber las virtudes y los defectos que tiene el adversario es importantísimo. Así, por ejemplo, las partidas de Reti muestran que juega mejor con blancas que con negras; las partidas de Maróczy, que se defiende bien y solamente ataca cuando se ve obligado a ello; las partidas de Janowski, que puede tener la partida ganada diez veces, pero le apena terminarla enseguida y acaba echándola a perder […]. En pocas palabras: si las estudia a fondo, uno puede deducir mucho de algunas partidas del adversario.

Por ello, mucho antes de que empezara el torneo, Lasker pedía a los organizadores la lista de participantes, estudiaba con cuidado sus partidas y extraía de ellas conclusiones psicológicas muy interesantes y útiles sobre los rivales. El ejemplo que sigue muestra cómo utilizaba estos conocimientos:

Tarrasch vs Lasker, Campeonato del Mundo 1908

Esta idea laskeriana de hacer una valoración psicológica del adversario basada en sus partidas la siguió desarrollando Alekhine más tarde. Su análisis psicológico y deportivo de Capablanca, que se refleja en los dos libros de los torneos de Nueva York de 1924 y 1927, abrió una nueva era en la técnica preparatoria. En este sentido, Botvínnik obtuvo resultados inigualables. Es ejemplar su preparación para los encuentros que disputaría contra Smyslov (1958) y Tal (1961). A diferencia de Lasker, Alekhine y Botvínnik escribieron con bastante detalle sobre sus métodos de preparación y abrieron así el camino a la preparación moderna, poliédrica. Es característica de la preparación psicológica de Botvínnik la descripción que hizo de su partida con Euwe en el Campeonato del Mundo de 1948:

Sacrifico un peón, y Euwe lo acepta -le gusta aceptar sacrificios-, aunque quizá era mejor rehusarlo. Poco a poco me voy tranquilizando, al parecer, en la preparación he valorado bien los rasgos que caracterizan su juego. Finalmente, Euwe hace una jugada. ¡Ofrece enseguida el cambio de Damas! Ha desaparecido toda la tensión: la valoración ha sido un acierto de pleno. Euwe teme, en general, que le ataquen el Rey, sus nervios tampoco han aguantado esta vez. No ha podido esperarse ni siquiera una jugada para cambiar las Damas.

Es probable que no haya hoy en día maestro que no observe con lupa las partidas del adversario, aunque este trabajo se ha vuelto muy difícil, ya que el número de partidas que hay que analizar ha crecido enormemente. Como Kárpov manifestó una vez, debe reproducir entre 5000 y 6000 partidas al año para estar al corriente de la ingente cantidad de información ajedrecística.

El “retrato” del adversario

Para obtener una imagen objetiva de las virtudes y defectos de nuestro adversario, deberíamos considerar:

  1. Preparación teórica y estilo de juego
    • En la apertura
      • repertorio de aperturas y defensas habituales
      • en la apertura, ¿lucha por la iniciativa o se desarrolla de forma segura?
      • ¿cambia de aperturas en un mismo torneo?
      • ¿cómo reacciona ante las desviaciones de la teoría? ¿Intenta encontrar soluciones posicionales o tácticas?
      • ¿sufre catástrofes en la apertura? ¿cuáles son las causas?
    • En el medio juego
      • ¿calcula las variantes con exactitud?
      • ¿busca soluciones tácticas originales?
      • ¿es objetivo al valorar la posición y las expectativas propias?
      • ¿cómo reacciona ante las amenazas?
      • ¿cómo actúa ante el peligro?
      • ¿sus errores son tácticos o estratégicos?
      • ¿tiende a atacar y está dispuesto a arriesgar algo para hacerse con la iniciativa?
      • ¿se defiende de forma pasiva o pasa al contraataque?
    • En el final
      • ¿le gusta entrar en el final o prefiere decidir la partida en el medio juego?
      • ¿conoce finales? ¿deja escapar la victoria o las tablas con frecuencia por errores en el final?
      • ¿busca posibilidades tácticas también en el final o se limita a la técnica?
  2. Observaciones psicológicas
    • Dominio de sí mismo: ¿se equívoca al apuntar las jugadas cuando está en situación difícil? ¿hace movimientos bruscos? ¿escribe las jugadas antes de hacerlas o después? ¿se pone rojo o sudoroso?
    • ¿cómo se comporta ante los apuros de tiempo?
    • ¿cómo ejecuta las jugadas: normal, enérgica, brusca, presurosa,…?
    • ¿dirige con frecuencia la mirada del tablero al reloj?
    • ¿la expresión del rostro refleja la situación que hay en el tablero?

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