Fischer vs Larsen Portoroz 1958
Este es un buen ejemplo de como jugar con blancas contra la variante del Dragón de la Defensa Siciliana, extraído de la obra “Mis geniales predecesores” con los comentarios de Kaspárov.
1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 g6
“Larsen era uno de los acérrimos que se negaron a abandonar el Dragón hasta hace poco”, escribió Fischer diez años despues.
“El ataque blanco casi se juega solo… hasta jugadores flojos pueden vencer así a grandes maestros. En una ocasión vi varios números de Shajmatny Bjuletin, cuando el Ataque Yugoslavo hizo su aparición, y encontré que la relación de victorias de las blancas era casi de 9 de cada 10 partidas. ¿Podrán las negras reforzar la variante? El tiempo lo dirá” (Fischer).
El propio Fischer tenía un resultado devastador contra la variante del Dragón (+13 -1, sin mencionar docenas de partidas de Blitz), pero ganó no sólo gracias a sus revelaciones de apertura, sino también porque tenía un magnífico instinto para la dinámica de las posiciones derivadas de la variante (como él mismo dijo: “apertura de la columna h, sacrificio, sacrificio… ¡y mate!”), y en el medio juego muchos de sus oponentes, comparados con él, parecían colegiales.
6.Ae3 Ag7 7.f3 0-0 8.Dd2 Cc6 9.Ac4
Con esta jugada (o, en algunos casos, con la continuación 9.0-0-0 ó 9.g4) comienza la mayoría de las batallas.
La experiencia moderna demuestra que, aunque el Dragón no haya sido ejecutado todavía, sí ha sido, al menos, seriamente herido. Así, por ejemplo, tras haber cosechado el penoso marcador de +2 =6 -9, al cambiar de siglo, su más ferviente adepto, el gran maestro Alexei Fedorov, aunque a regañadientes, comenzó a optar por otros planteamientos sicilianos.
9… Cxd4?!
Un cambio prematuro y no muy popular que refuerza la posición blanca en el centro. También tiene una reputación indiferente 9… a5. Después de 10.h4 Ce5 11.Ae2 d5! 12.h5 dxe4 13.hxg6 fxg6 14.Cxe4, la ventaja blanca es insignificante (Ficher-D.Byrne, Bay City 1963), pero es más fuerte 10 g4!, con idea de 10… Ce5 11.Ae2 d5? 12.g5! (Fischer).
La línea principal del Ataque Rauzer es 9… Ad7 10.0-0-0 (también se juega la inmediata 10.h4 ó 10.Ab3 Tc8 11.h4, y normalmente conduce a una transposición de jugadas) 10… Tc8 11.Ab3 Ce5. Aquí, la variante 12.h4 Cc4 13.Axc4 Txc4 14.h5! Cxh5 15.g4 Cf6 fue durante un tiempo el centro de atención, y fue sometido a prueba en los matches de Candidatos Geller-Korchnoi (Moscú 1971, match, 2ª). A pesar de la convincente victoria de las blancas en estas dos partidas, hasta hoy no existe una clara evaluación de las complicaciones resultantes.
Más tarde, Miles patentó la jugada 12… h5! Gracias al efecto sorpresa, me reportó el éxito en mi match por el campeonato mundial con Anand (Nueva York 1995).
Sin embargo, las tentativas por “ejecutar al Dragón” no han cesado, y actualmente la continuación que les crea mayores problemas a las negras es 12.Rb1! Cc4 13.Axc4 Txc4 14.g4, con lo que las blancas retienen el control del centro y perspectivas de ataque al rey. ¡Un enfoque flexible moderno de apertura, que aúna al mismo tiempo profilaxis y actividad!
10.Axd4 Ae6 11.Ab3 Da5 12.0-0-0 b5
“Después de 12… Axb3 13.cxb3!, las negras no pueden progresar en esta particular configuración de peones. Cierto que las blancas están perdidas en un final de peones, pero las negras normalmente habrán recibido mate para entonces. Como dijo Tarrasch, “antes del final, los dioses han puesto el medio juego” (Fischer).
También podemos recordar 12… a6 13.h4 b5 14.Rb1 Tfc8 15.The1 Axb3 16.cxb3 b4 17.Cd5 Cxd5 18.Axg7 Cc3+ 19.bxc3 bxc3 20.Axc3 Txc3 21.Te3 Tac8 22.Txc3 Dxc3 23.Dxc3 Txc3 24.Tc1!, con mejor final para las blancas (Tal-Portisch, Oberhausen 1961).
13.Rb1 b4 14.Cd5!
La tímida 14.Ce2 es más floja, en vista de 14… Axb3 15.cxb3 Tfd8 (Fischer), y las negras ejecutan su avance liberador en el centro, sin obstáculos. Por ejemplo: 16.g4 Tac8 17.h4 e5! 18.g5 Cxe4 19.fxe4 exd4 20.Cxd4 d5! con excelente juego.
14… Axd5
También es insuficiente 14… Cxd5 15.Axg7. Fischer indica 15… Rxg7 16.exd5 Ad7 17.Tde1, “con absoluto control (Suetin-Korchnoi, Campeonato de la URSS, preliminares, 1953)”. La evaluación es correcta, pero en la semifinal de Vilnius, Korchnoi tenía blancas contra Suetin (1.c4, etc), y ChessBase no incluye ninguna partida entre ambos con la variante del Dragón. Puede añadirse que 15… Cc3+!? 16.bxc3 Rxg7 (16… Axb3 17.cxb3!) 17.cxb4 Db5 es más tenaz, aunque hay pocos jugadores con negras dispuestos a buscar esa compensación problemática por el peón.
15.Axd5?!
¿Cómo podría esperarse que Bobby bloquease el camino de su alfil favorito? Sin embargo, era más fuerte 15.exd5! Db5! 16.The1 (ó 16.Dd3!?) 16… a5 17.De2! Dxe2 18.Txe2 a4 19.Ac4, con un final algo mejor que Tal le ganó de forma convincente a Larsen (Zurich 1959), y luego también a Jasin (29º Campeonato de la URSS, Bakú 1961).
15… Tac8?!
Devolviendo el favor. “La jugada perdedora”, piensa Fischer. “Después de la partida Larsen explicó que jugaba a ganar y que, por tanto, había descartado las tablas forzadas con 15… Cxd5 16.Axg7 Cc3+ 17.bxc3 (17.Axc3 bxc3 18.Dxc3 Dxc3 19.bxc3 Tfc8 hace inútil el peón extra de las blancas) 17… Tab8 18. cxb4 Dxb4+! 19.Dxb4 Txb4+ 20.Ab2 Tfb8, etc. Después de 15… Cxd5, sin embargo, pensaba responder simplemente 16.exd5 Dxd5 17.Dxb4, manteniendo viva la partida”.
16.Ab3!
“¡No tendrá una segunda oportunidad de eliminar el alfil! Ahora sentí que la partida estaba ya en el bolsillo, si no la estropeaba” (Fischer). Bobby no la estropeó. En posiciones con el alfil en b3, normalmente su juego era tremendamente inspirado.
16… Tc7!
Esta era la base para el optimismo de Larsen. Las negras amenazan con cazar el peligroso alfil con a7-a5-a4. La inmediata 16… Db5?! era imprecisa, en vista de 17.Axa7 Cd7 18.Ad4.
17.h4 Db5
Después de 17… h5? (en un intento por parar la ofensiva blanca de peones) 18.g4! sería rápidamente decisivo, con estas posibles variantes:
- 18… Tfc8 19.Tdg1 hxg4 20.h5! gxh5 21.fxg4 Cxe4 22.Df4 e5 23.Dxe4 exd4 24.gxh5 Rh8 25.h6 Af6 26.Tg7! (Fischer), o bien 24.Txh5 Db6 25.Dh7+ Rf8 26.Tg5.
- 18… hxg4 19.h5! gxh5 (19… Cxh5 20.Axg7 y fxg4) 20.fxg4 Cxe4 (no es mejor 20… hxg4 21.Tdg1 e5 22.Ae3 y Ah6!, ni tampoco 20… Cxg4 21.Tdg1 Axd4 22.Txg4+!) 21.De3 Cf6 (21… Axd4 22.Dxe4) 22.gxh5 e5 23.h6 (Fischer).
18.h5!
En palabras de Bobby, “no hay necesidad de perder un tiempo en la anticuada g2-g4”.
18… Tfc8!
Las cosas son desesperadas para las negras después de 18… gxh5? 19.g4! hxg4 20.fxg4 Cxe4 21.Dh2 Cg5 22.Axg7 Rxg7 23.Td5 (Fischer), o bien 18… Cxh5? 19.Axg7 Rxg7 20.g4 Cf6 21.Dh6+ Rg8 22.g5 Ch5 23.Txh5 gxh5 24.g6.
19.hxg6 hxg6 20.g4!
“No la impaciente 20.Axf6? Axf6 21.Dh6 e6! (amenazando De5), y las negras lo sostienen todo” (Fischer). Y si 22.f4, entonces 22… De2!
20… a5 21.g5 Ch5
21… a4? 22.gxf6 axb3 es malo, en vista de 23.fxg7! bxc2+ 24.Dxc2!, mientras que a la recomendación de Vasiukov, 21… Ce8, Fischer indica la variante ganadora 22.Axg7 Cxg7 23.Th6! e6 24.Dh2 Ch5 25.Axe6! fxe6 (25… Dxg5 26.Txg6+! Dxg6 27.Tg1) 26.Txg6+ Cg7 27.Th1.
22.Txh5!
Un típico sacrificio de calidad que pone de relieve la fuerza del alfil de b3. Aquí, en referencia a Fine, Bobby cita un viejo aforismo ajedrecístico: “En tales posiciones, las combinaciones son tan naturales como la sonrisa de un bebé”.
22… gxh5?
¡Un momento muy importante! En opinión de Fischer, “no es mejor 22… Axd4 23.Dxd4 gxh5 24.g6 De5 (si 24… e6 25.Dxd6) 25.gxf7+ Rh7 (si 25… Rf8 26.Dxe5 dxe5 27.Tg1 e6 28.Axe6 Re7 29.Axc8 Txc8 30.Tg5, ganando), pues 26.Dd3! (con idea de f3-f4) debe ser decisivo”.
Pero este cuadro placentero se ve refutado con la jugada de intercepción 24… Tc4!! (¡el alfil debe ser neutralizado a cualquier precio!) Por ejemplo:
- 25.gxf7+ Rxf7 26.e5! (26.Th1 a4 27.Axc4+ Txc4 28.Dh8 Tc5, con igualdad) 26… a4! 27.Df4+ Re8 28.Axc4 Dxc4! (también es interesante 28… Txc4 29.Dg5 b3) 29.Df5 (el final de torres, después de 29.Dxc4 Txc4 30.exd6 exd6 31.Txd6 Tf4, es de tablas muertas) 29… Tc5! 30.Dxh5+ (30.b3 De2 31.Tg1 Rd8! con igualdad) 30… Rd8 31.Df5 De2! (31… a3!?) 32.Tg1 Txe5 con igualdad (¡debilidad de la primera fila!).
- 25.De3 (25.Dg1 a4!) 25… fxg6 26.Dh6 (las blancas tampoco consiguen nada con 26.Td5 Da6! 27.Dh6 Rf7 28.Dh7+ Rf6, o bien 28.Tg5 Tg8) 26… Rf7 27.f4! (27.Tg1 Tg8) 27… Re8! (pero no 27… a4? 28.f5! axb3 29.Dxg6+ Rf8 30.Tg1, ganando) 28.Dxg6+ (28.e5 Rd7!) 28… Rd8 29.Axc4 Dxc4 30.e5 De2!, y de nuevo la debilidad de la primera fila priva a las blancas de toda posibilidad de éxito.
Resulta psicológicamente comprensible que Fischer haya omitido esta posible defensa en su análisis, porque arroja dudas sobre todo el concepto de sus comentarios, comenzando por “la jugada perdedora” 15… Tac8.
23.g6 e5?!
Ahora las negras están perdidas, pero valía la pena intentar la continuación más tenaz 23… e6 24.gxf7+ Rxf7 (24… Txf7 25.Axe6) 25.Axg7 Rxg7 26.Tg1+ Rh7, ya que, según Fischer, habría seguido 27.Dg2 De5(?) 28.Dg6+ Rh8 29.Tg5(?) Tg7 30.Txh5+ Rg8(?) 31.Axe6+ Rf8 32.Tf5+ Re7 33.Tf7+.
Aquí hay no menos de tres “lagunas”. En primer lugar, las negras podían entrar en un final igualado con 30… Dxg5! 31.Dxh5 Th7 32.Dxh7+ Rxh7 33.Axe6 Tf8; en segundo lugar, las blancas podían haber ganado un poco antes, con 29.Axe6!, y en tercer lugar, con 27… De8! las negras se hubieran defendido de todas las amenazas.
Afortunadamente para las blancas, en lugar de 27.Dg2?, ganarían con 27.Axe6! Tf8 28.Ad5!? (esto quizá es más simple que 28.Dxd6 Tg7 29.Th1 Dg5 30.Dd1! Td8 31.Df1 Td2 32.Ag4! h4 33.De1) 28… De8 29.e5! Rh8 30.Ae4, o bien 28… Tg7 29.Txg7+ Rxg7 30.Dg5+ Rh7 31.Dxh5+ Rg7 32.Dg5+ Rh7 33.De7+ Rg6 34.Dxd6+ Tf6 35.Dg3+, etc.
24.gxf7+ Rf8
Tampoco hay salvación después de 24… Txf7 25.Ae3 a4 26.Ae6 Tcc7 27.Th1, o de 25… Dd7 26.Axf7+ Rxf7 27.Th1! El resto es claro y no requiere comentarios.
25.Ae3 d5
25… a4? 26.Dxd6+ Te7 27.Dd8+!, y si 25… Td8, entonces 26.Ah6.
26.exd5 Txf7
26… a4 27.d6!
27.d6 Tf6
27… Txf3 28.d7; 27… Td7 28.Ah6!
28.Ag5 Db7 29.Axf6 Axf6 30.d7 Td8 31.Dd6+
Las negras se rindieron.
Aún era más preciso 31.Dh6+! (Fischer).
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