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Foto del Gran Maestro y Campeón del Mundo de Ajedrez Max Euwe.

Euwe vs Fine Avro 1938

Resultado: 0-1    Fecha: 12/11/1938    ECO: A40

Gambito de Dama declinado; Defensa semieslava

1.d4 e6 2.c4 Cf6 3.cf3 d5 4.Ag5 h6

Esta continuación era popular en el primer torneo internacional de Moscú (1925), así que recibió el nombre de Variante Moscú. El orden de jugadas más estándar es 4.Cc3 c6 5.Ag5 h6, evitando la aguda Variante Botvinnik (5… dxc4 6.e4 b5 7.e5 h6, etc), pero permitiendo la no menos aguda 6.Ah4!?.

5.Axf6 Dxf6 6.Db3

Deliberadamente o no, Euwe priva a las negras de poder emplear el plan de desarrollo más popular entonces: 6.Cc3 c6, seguido de dxc4, Cd7, g7-g6 y Ag7.

He aquí un breve panorama:

  1. 7.Db3 (idea de Alekhine) 7… dxc4 (7… Cd7 ó 7… a5 rara vez se juegan -véase nota a la 7ª jugada negra) 8.Dxc4 Cd7, con las posibles continuaciones que siguen:
    1. 9.e3 (9.e4 e5! Alekhine-Wurzburger 1931 simultáneas) 9… g6 10.h4 Ag7 11.0-0-0 0-0 12.h5 g5 13.Ad3 De7 14.Ac2 e5 15.Rb1 exd4 16.exd4 Cf6 17.Ce5 Ae6 18.Dd3 Tfd8 con lucha complicada (Spassky-Paoli, 1973).
    2. 9.Td1 g6 10.g3 Ag7 11.Ah3 (11.Ag2 0-0 12.0-0 e5, con igualdad) 11… 0-0 12.0-0 De7, con posibilidades más o menos igualadas (Timman-Sokolov, 1997).
    3. 9.g3 e5 (9… De7!? 10.Ag2 Db4, con igualdad, Shirov-Anand 1994) 10.0-0-0 (10.Ag2 exd4 11.Ce4 De7 12.Dxd4 Db4+ 13.Cc3 Cf6, con igualdad, Korchnoi-Kramnik, 1994, rápidas) 10… Ae7 11.Ce4 Df5 12.Dc2 0-0 13.h4!? (13.Rb1 Cf6!, o bien 13… exd4 14.Cxd4 Da5 15.Rb1 Cf6 (15… Ce5!? Timman) 16.e3 Cd5 17.a3 Ag4! 18.Ae2 Axe2 19.Cxe2 Cf6, con igualdad (Timman-Gelfand, 1995).
  2. 7.e3 (la jugada principal; 7.Dc2 y 7.g3 también se juegan) 7… Cd7 8.Ad3. En el viejo esquema con 8… Dd8 9.0-0 Ae7, después de 10.a3 0-0 11.Dc2 a6 12.b4, las blancas conservan alguna iniciativa (Kramnik-Illescas, 1993) de modo que las negras se han pasado a 8… dxc4 9.Axc4 g6 10.0-0 Ag7. Por ejemplo:
    1. 11.e4 e5 12.d5 Cb6 13.Cd2 (13.Ab3 Ag4!) 13… 0-0 14.a4 Td8 15.a5 (15.Ab3 cxd5, con igualdad) 15… Cxc4 16.Cxc4 Dg5!, con buen contrajuego (Piket-Kramnik, 1997).
    2. 11.Tc1 0-0 12.Te1 (más agudo que 12.e4, 12.Ce4 y 12.De2, e incluso que 12.Ab3 Td8 13.Dc2 De7 14.Tfd1 b6, con igualdad, Salov-Anand, Wijk aan Zee 1998) 12… Td8! 13.Dc2 (13.De2 De7 14.Cc4 a5 15.Ab3 b6 16.Cc3 Ab7, tablas, Timman-Gelfand 1996) 13… De7 14.a3 b6 15.e4 Ab7 16.e5 Tab8 17.Tcd1 b5! 18.Aa2 c5 19.d5 c4 20.b3! Tbc8!, con una aguda lucha (Korchnoi-Bareev, 1997).
    3. 11.b4 0-0. Las investigaciones en esta dirección han arrojado los resultados siguientes:
      1. 12.Tc1 De7 13.Db3 Td8 (13… b6 ó 13… Cb6 también son factibles, Nikolic-Anand, 1997) 14.a4 a5 15.bxa5 Txa5 16.Tfd1 b6 17.Cd2 (17.Ae2 Ab7 18.Cd2 c5, con igualdad, Beliavsky-Dreev, 1995) 17… c5 18.d5 Axc3 19.Txc3 Cf6 20.dxe6 Axe6, con igualdad (Nikolic-Kramnik, 1996).
      2. 12.a4 De7 (12… b6!? Beliavsky-Novikov 1998) 13.Tb1 a5 (13… b6!?) 14.bxa5 (14.b5!? Sakaev-Rogozenko, 1997) 14… Txa5 15.Dc2 b6 16.e4 c5 17.d5 Axc3 18.Dxc3 Txa4, con igualdad (Beliavsky-Gelfand, 1995) o bien 13.Db3 Td8 (13… b6!? Lautier-Piket, 2002) 14.Tfd1 (14.a5 Cf6!? Rausis-Gurevich, 1999) 14… Cb6 15.Ae2 Cd5 16.Cxd5 cxd5, con igualdad (Azmajparashvili-Bareev, 2000).

Por el momento, a comienzos del siglo XXI, las blancas no han podido demostrar que existe una forma clara de lograr ventaja en este flexible planteo. Por cierto que un método similar de desarrollo -entrega del centro con la esperanza de poder explotar la fuerza de la pareja de alfiles- fue empleado por Alekhine en la Variante Cambridge Springs, en su match con Capablanca.

6… c6 7.Cbd2!? Cd7

Ahora no tiene sentido jugar 7… dxc4?!, en vista de 8.Cxc4, de modo que las negras deben trasponer a una posición de la variante con el caballo en c3 que, aunque no es la más favorable, sí es aceptable. También es posible 7… a5 8.e4 dxe4 9.Cxe4 Ab4+. Por ejemplo: 10.Dxb4 axb4 11.Cxf6+ gxf6, con un final ligeramente inferior (Polugaievsky-Sveshnikov, 1982), o bien 10.Rd1 Df4 11.Ad3 f5!? 12.Cg3 c5, con activo contrajuego de las negras (Novikov-Dreev, 1990).

8.e4 dxe4 9.Cxe4 Df4

“La ausencia del alfil blanco de casillas oscuras le permite a la dama negra ocupar un puesto espléndido. 9… Dg6, 10.Cg3, seguido de Ad3, es malo para las negras”, escribió el maestro Rjumin. Después de 9… Df5 10.Ad3 Da5+ 11.Cc3 Ad6 12.0-0 0-0 13.c5! (13.Tae1 e5!, con igualdad, Euwe-Szabo, 1949) 13… Af4 14.Ce4 Dd8 15.Tad1 Cf6 16.Tfe1, las blancas también habrían conservado cierta ventaja.

10.Ad3

El primer momento crítico.

10… e5!?

Una interesante novedad. Antes de esta partida -y durante mucho tiempo después- las negras evitaban abrir el centro, temiendo un irreparable retraso en desarrollo. Pero en tal caso las blancas conservan una acusada ventaja espacial:

  1. 10… Cf6 11.Cxf6+ Dxf6 12.0-0 Ad6 13.Tfe1 0-0 14.c5 Ac7 15.Ae4 Td8 16.Tad1 (Stahlberg-Capablanca, 1939).
  2. 10… Ae7 11.0-0 0-0 12.Tfe1 Td8 (12… c5 13.d5!, Petrosian-Szily, 1952) 13.Tad1 Dc7 14.Ab1 (o bien 14.Cg3, como en la partida fuente Alekhine-Asztalos, 1927) 14… Cf8 15.c5! b5 16.Cg3 Ad7 17.De3 Ae8 18.Ac2 a5 19.a3 Ta7 20.h4 Db8 21.h5! … 1-0 (Smyslov-Petrosian, 1971).

Fine, sin embargo, al abrir el juego, no temía a fantasmas. Pensaba de forma concreta, a largo plazo, y creía en la corrección estratégica de la posición negra y en la fuerza potencial de los dos alfiles.

11.0-0

“11.dxe5 Cxe5 12.Cxe5 Dxe5 13.0-0 Ae7 14.f4! Dd4+ 15.Rh1 0-0 16.f5! no parecía malo en absoluto”, piensa Rjumin, pero 15… f5! es mucho más fuerte. Por ejemplo:

  1. 16.Cg3?! 0-0 17.Dc2 g6 18.Tad1 Dg7 19.Ce2 h5 20.Cg1 Af6 21.b3 Ad7 22.Cf3 Tae8, con excelente juego de las negras (Lilienthal-Jolmov, 1948).
  2. 16.Tae1 0-0 (16… fxe4? 17.Txe4, y Tfe1 es malo para las negras) 17.Cg3 Ah4 (no 17… Ac5?! 18.Te5! g6 19.Ce2 Dd6 20.Td1 b6 21.Axf5, Gavrikov-Liiva, 1998) 18.Te5 Af6 19.Cxf5 Axf5 20.Txf5 Tad8 21.Ab1 Tfe8 y las negras no tienen motivos para quejarse (Savchenko-Naumann, 1999).

11… Ae7 12.Tfe1 exd4 13.Cxd4

Es insuficiente 13.Cg3, ya que después de 13… Cc5 14.Da3 Ce6!, la negras se defienden con éxito. Es curioso que en la partida Timman-Gelfand (Wijk aan Zee, 1996) se jugase 14… Dd6?!, ya que tras 15.Af5 Ce6 16.Dxd6 Axd6 17.Cxd4 Axg3 18.hxg3, las blancas lograron un mejor final. Después de 14… Ce6! puede seguir 15.c5 “con compensación por el peón” (Timman), y la posible variante 15… 0-0 16.b4 a5 17.Te5 g6 18.Tae1 Ad7 confirma esta evaluación: ambos bandos tienen posibilidades.

13… 0-0 14.Ac2 Cf6 15.Tad1

Concluyendo la movilización de efectivos. Euwe probablemente consideraba con optimismo esta posición, confiando en la ventaja blanca en desarrollo.

15… g6!

Una jugada con sangre fría. “Las negras defienden su casilla f5, ante un posible Cg3-f5, y paran la amenaza Dd3” (Rjumin). La imprudente 15… Td8? habría permitido 16.Cxc6! con mate.

16.Cxf6+?!

Un cambio desafortunado, condenado con razón por los comentaristas: las blancas pierden la iniciativa y el alfil negro entra en juego.

La sorpresa de apertura parece haber desconcertado a Euwe. De haber percibido la dinámica de la posición, sin duda se habría decantado por 16.Dc3!, conservando cierta presión. A las negras les hubiera resultado difícil, entonces, encontrar el orden correcto de jugadas: 16… Cxe4?! 17.Txe4 Dc7 18.De3, por ejemplo, es desfavorable a sus intereses (Opocensky), pero 16… Ag4! 17.f3 (este avance de peón le quita una casilla al caballo) 17… Ac8! les habría permitido oponer una defensa flexible. Por ejemplo: 18.Cf2 Te8 19.g3 Dc7, etc.

16… Axf6 17.Te4 Dc7 18.De3 Rg7 19.h4?

“Una nerviosa tentativa de ataque, obviamente evocada por la comprensión de que tras Ad7, Tad8 y Ac8, las negras se apoderarían gradualmente de la iniciativa, gracias a sus dos fuertes alfiles” (Rjumin). Después de la siguiente jugada negra, el peón de h4 se convierte en una apreciable debilidad.

19… h5 20.Tf4?

Es probable que esto sea ya el error decisivo. Fue en esta jugada, que crea la amenaza táctica 21.Txf6 Rxf6 22.Dc3!, en la que el excampeón mundial depositaba sus esperanzas. Pero se le escapó la elegante réplica de las negras, que les permite parar todas las amenazas y apoderarse de la iniciativa.

20… Te8! 21.Dxe8

No es mejor 21.Te4 Txe4 22.Dxe4 Ag4 (Rjumin).

21… Dxf4 22.Cf3

Quizá las blancas confiaban en esta jugada, omitiendo de nuevo la fuerte réplica de su rival.

22… Tb8!

Con la amenaza Ae6. Era malo, por supuesto, 22… Axb2?, debido a 23.Td8!

23.De4

“Si 23.De2, entonces 23… Ag4, ganando también el peón de h4. Por consiguiente, Euwe decide proponer el cambio de damas, buscando posibilidades de salvación en el final” (Rjumin).

23… Dxe4 24.Axe4 Dg4!

Contra la codiciosa 24… Axb2?!, Rjumin sugirió 25.Td8, “con una desagradable clavada de la torre”, pero después de 25… f5! 26.Ad3 Af6 27.Te8 Rf7, las negras se liberan de la clavada. En consecuencia, lo correcto era 25.Tb1! Af6 26.Axc6 b6 27.c5, con posibilidades de tablas.

25.Td2 Te8 26.Ad3

Después de 26.Te2 Af5 27.Cd2 Axb2, las blancas tienen un final completamente perdido.

26… Td8

La inmediata 26… Axf3 27.gxf3 Axh4 tampoco es mala, pero las negras quieren provocar el avance b2-b3.

27.b3 Axf3 28.gxf3 Axh4 29.Rg2 Ag5 30.Td1 Af4 31.Rf1 h4!

“El final con alfiles de distinto color es conducido de forma impecable por Fine. Al avanzar el peón a h4, obliga a su oponente a mantener el rey en su flanco, con lo cual puede llevar el suyo al debilitado flanco de dama” (Rjumin).

32.Rg2 f5 33.Rh3 Rf6 34.Rg2 Td4 36.Rh3 g5 36.Ac2

Si 36.Rg2, sigue 36… Ad6 y Re5-f4 (Rjumin).

36… Txd1 37.Axd1 Ad6 38.Ac2 Re5 39.Rg2 Ac5

Atando el rey blanco a la defensa de su peón de f2.

40.Ad3 a5 41.Ac2 f4!

Éste es uno de esos casos en que para lograr el éxito los peones deben situarse en casillas del mismo color que su alfil.

42.Ag6 Rd4 43.Af5 Rc3 44.Ac8 Rb2 y las blancas se rindieron.

Después de 45.Axb7 Rxa2, las blancas no pueden impedir la creación de otro peón pasado.

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